¿Te suena familiar esa sensación de que un problema se agranda en tu mente hasta parecer insuperable, y luego, una conversación con un ser querido lo reduce y se siente más manejable? Este es precisamente uno de los muchos beneficios de contar con una comunidad fuerte, un verdadero escudo protector para tu bienestar emocional y tu salud en general.
El reinado de la individualidad
Las redes están llenas de la idea de amor propio, y la creencia de que sanar es una cuestión que debes asumir en soledad. Hay muchos factores en juego: por ejemplo: es más difícil entablar relaciones sólidas, estables y de cariño. También existe la visión de que involucrarse emocionalmente es negativo o que las relaciones deben ser siempre positivas, pues de lo contrario es mejor irse.
Con ese panorama y otras situaciones: como el miedo a ser vulnerable o dependiente, pocas personas tienen redes de apoyo de calidad.
Las consecuencias de la soledad
Ahora es habitual que los humanos no tengan relaciones satisfactorias. Esto no es un problema cuando la persona elige la soledad, pues hay momentos en la vida en que puede ser buena opción. Sin embargo, la mayoría de veces la soledad parece ser la única opción, no una decisión.
El problema es que existe mucha literatura sobre los efectos del aislamiento en los seres humanos. Las investigaciones tienden a mostrar lo mismo: la soledad trae como consecuencia una notoria disminución en la calidad de vida.
Cómo ayuda la comunidad a tu bienestar general
Enfrentar la vida en compañía es lo natural. Si hay una razón por la que los humanos sacan tanta diferencia a los otros animales es porque una característica de la especie es el trabajo en equipo. Apoyarnos es una cuestión biológica para nosotros. Solventar las necesidades básicas ha sido posible gracias a eso.
Si bien la vida ahora no tiene las dificultades de los hombres primitivos, sigue siendo retadora. Cada uno tiene sus momentos complicados. Algunos más graves que otros, pero en general vivir trae obstáculos que son complejos de resolver. Y ahí es donde entra el papel de la comunidad. Desde el nacimiento lo puedes notar: un bebé o niño que crece en un entorno de amor y protección es más probable que sea sano en todos los aspectos.
Tener personas que te acompañen en la experiencia de los momentos importantes, porque también aplica para los logros, hace que sea más llevadero y valioso. Es curioso porque ser reconocido y amado por otros hace que las personas sientan que son más eficientes, aumenta la autoestima y autoconfianza para afrontar las situaciones duras que plantea la existencia. También genera la sensación de pertenencia y de sentido de vida. Esto en conjunto, disminuye los síntomas de estrés, ansiedad y depresión.
Estrategias para fortalecer la red de apoyo
Es importante ser realistas: las cosas no caen del cielo. Para tener una comunidad activa debes actuar. A pesar de que esto requiere esfuerzo y no siempre es lo más cómodo es necesario centrarse en lo que importa: la salud mental se construye. Cuando intentes hacerlo procura tener presente que no siempre es sencillo ni agradable pero que vale totalmente la pena. Es como ejercitarse. Agota, duele, sudas… Pero lo haces porque recibes beneficios en el largo plazo.
Empieza por los tuyos: Reconoce entre tu familia, amigos, conocidos, pareja personas que sean abiertas a escucharte y a quien también escucharías. Se trata de vínculos que se acompañen mutuamente. Es habitual que uno desee ser entendido, pero de la misma manera se debe poner ese esfuerzo en comprender a los demás.
Apégate a tus intereses: Otra buena fuente de relaciones son los pasatiempos. Asiste a grupos o eventos de personas que compartan tus gustos o creencias espirituales, si es el caso. Participa, comparte y ve interesándote por hacer otras cosas, además de asistir.
Conócete: Si llevas mucho tiempo en soledad es posible que debas aprender a descubrirte en entornos más sociales. Aprende qué te gusta, cuáles son tus límites, cómo te gusta recibir compañía y hasta dónde sientes compromiso de devolverla.
Calidad mejor que cantidad: Una terapia muy interesante para personas con dificultades sociales (Terapia Dialéctico Comportamental Radicalmente Abierta) expone que solo con una persona con la que sientas intimidad y conexión se favorece la salud psicológica.
Revisa tus emociones: Como ya se mencionó, relacionarse puede traer una ola de emociones. Si con el tiempo no mejora y experimentas mucha ansiedad, estrés u otros sentimientos negativos puedes buscar ayuda profesional. Si consultas conmigo podremos evaluar por qué sientes eso y aprender mejores maneras de relacionarte. Hay tratamientos breves muy efectivos para fortalecer las habilidades sociales con ejercicios prácticos.
Conocerse es un buen primer paso para relacionarse.
Más allá de las exigencias de un mundo individualista y acelerado, la conexión humana sigue siendo un pilar esencial de tu bienestar. Al abrirte a la comunidad, te permites experimentar el apoyo, la comprensión y el sentido de pertenencia que enriquecen tu vida de maneras profundas.
Te animo a cultivar esas relaciones que te sostienen y te impulsan. Recuerda que nadie se salva solo. En la fuerza de la comunidad, encuentras un poderoso aliado para una vida más plena y mentalmente saludable.
Referencias:
American Psychological Association. Manage Stress: Strengthen Your Support Network.
Grav S., Hellzèn O., Romild U., y Stordal E. (2012). Association between social support and depression in the general population: The HUNT study, a cross-sectional survey. Journal of Clinical Nursing, 21(1-2), 111-20.
Jung W., Thompson H. J. y Byun E. (2022). Social integration: A concept analysis. Nursing Forum, 57(6), 1551-1558.